En nuestra empresa de
mecanizado de Madrid centro, distribuimos piezas íntegramente fabricadas
en grafito y construimos sobre muestra o plano cualquier tipo de pieza.
El grafito comenzó a explotarse a mediados del S. XVI,
cuando se descubrió la primera mina de este material que hasta entonces había
pasado desapercibido. El primer nombre que se le dio fue plombagina, por su
color gris parecido al del plomo y por las marcas que también dejaba en la
superficie. En la actualidad la extracción de grafito natural no presenta un
problema de reservas, puesto que es un material muy abundante. El grafito
natural es policristalino, al estar formado por cristales agregados hace que
varíe tanto en forma y tamaño.
Además el grafito natural tiene impurezas que
limitan sus aplicaciones y es necesario un proceso de purificación previo a su
utilización. Por todo ello, en el S. XX se creó el grafito sintético que está
constituido por carbón grafítico, de esta manera se amplían sus aplicaciones. El
método para conseguir el grafito sintético en someter a altas temperaturas en
un horno eléctrico una mezcla de coque y sílice, en las partes menos calientes
del horno (unos 2.000º C), se produce una reacción entre el coque y el sílice, obteniéndose
el carburo de silicio, éste pasa a zonas del horno con temperaturas superiores
a 2.500º C, y aquí se descompone, liberando el sílice y dejando el carburo en
forma de grafito.
El silicio al liberarse pasa a estado gaseoso, condensándose
de nuevo en las zonas menos calientes donde vuelve a comenzar el ciclo de
transformación. En la empresa de
mecanizados de Madrid Centro, llevamos a cabo todo el proceso hasta
finalizar en la pieza de grafito dispuesta a ser utilizada.
Aportaciones Especiales,
S.A. disponemos de más de 2.000 metros cuadrados de instalaciones.
El grafito como pieza de precisión

27/01/201527 de Enero de 2015
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